Que lenta la agonía de perderte…
que intensa la locura de adorarte,
pero debo olvidar, la fuerza de tu mar
que me hace naufragar entre la noche…
Mi amor debo escapar de esa cautividad
que tiene encarcelada mi existencia,
pero no se qué hacer, tampoco a donde ir…
por ti me acostumbré a ser prisionera!
Eileen
0 comentarios:
Publicar un comentario