Ante toda la ceguera de tu abismo
me atrapó la soledad una vez más,
y el intrépido rufián de tus sentidos
me ha ceñido en absoluta autoridad
He intentado tantas veces escaparme
de la hiedra de tus manos tan voraz…
y otras tantas has logrado que me rinda
desarmándome en total intimidad!
Eileen
0 comentarios:
Publicar un comentario