Simplemente yo he venido a confesarte,
que es la gracia de tu amor… mi bendición…
y aunque yo pueda caer… se que tú estarás allí
y tu fuerza mi Señor…me alentará…
Pues tu mano tan dispuesta a socorrerme,
y a mi vida la proteges mi Señor…
y me esperas cada día que yo busque tu mirar,
para darme las grandezas de tu amor!
Sé mi fuerza, mi Señor en la batalla…
la misericordia que me tenga en paz,
el refugio de mi alma en la tormenta,
y ese manto de tu gracia y tu bondad!
Eileen
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